Este curso forma parte del curso de prevención integral del suicidio y conducta autolítica, que se desarrolla en colaboración por el Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA) y la UNED de Calatayud
El suicidio en personas mayores. El cerebro de la persona mayor.
El envejecimiento es un fenómeno natural y universal presente a lo largo del ciclo vital. Este proceso está asociado con el deterioro de numerosos procesos sensoriales y cognitivos y de funciones psicológicas y cerebrales. A estos aspectos biológicos se añaden cambios importantes en el entorno como la jubilación, pérdidas significativas, cambios de domicilio, o soledad no deseada, que pueden desencadenar el síndrome de estrés o depresión en la persona mayor. Estos procesos suelen manifestarse de forma atípica en esta población, predominando los síntomas somáticos, irritabilidad o molestias inespecíficas que no se definen como “síntomas” depresivos. La falta de flexibilidad mental en la persona mayor puede dificultar su afrontamiento y puede ser factor potenciador de síntomas depresivos y riesgo de ideación suicida.
El suicidio en personas mayores. Intervención en personas mayores.
La tasa de suicidios en las personas mayores de 65 años, presentan 1,5 veces más riesgo de cometer suicidio que personas más jóvenes, y después de los 85 años tienen un mayor riesgo comparado con otros grupos de edad. Se destaca la importancia de atención a la persona mayor en su globalidad, que permita detectar los primeros síntomas de una eventual depresión.
La asociación entre depresión y suicidio está bien documentada, es el principal factor de riesgo. En la persona mayor se presenta de forma atípica como quejas físicas difíciles de definir, irritabilidad y, está infradiagnosticada por la creencia de que es normal en ellos estar deprimidos. Es difícil detectar depresión mayor en pacientes con demencia en todas sus formas y dimensiones, puede deberse a la pérdida de facultades para la expresión emocional del paciente y el estado confusional en el que se encuentra. La depresión en estos casos puede cursar con sentimientos de culpa, disforia, desinterés, anorexia o ideación suicida en casos de demencia leves y en casos más graves puede cursar con desinterés, lentitud psicomotriz o alteraciones de la concentración.
Las personas mayores, con respecto al suicidio y la autolesión, utilizan métodos letales, muestran menos señales de aviso, realizan menos intentos de autolesiones, son actos
premeditados y muy reflexivos, incluso pueden adquirir la forma de suicidio pasivo (dejarse morir).
El suicidio en adolescentes. el cerebro del adolescente.
El estrés alude a un cuadro de presiones internas o externas realizadas sobre el psiquismo de un sujeto, generando un desequilibrio sustancial entre las demandas ambientales y la capacidad de afrontamiento del individuo. La edad es una de las variables que afecta a la vulnerabilidad y concretamente, es en la adolescencia cuando el cerebro alcanza su mayor tamaño, convirtiéndose en el momento óptimo para el aprendizaje y haciendo de los jóvenes una población especialmente sensible a sus experiencias y vivencias. Es por ello importante informar a los jóvenes sobre lo que están experimentando y ayudarles en el desarrollo de factores protectores frente al estrés, tales como el autocontrol y la autorregulación.
El suicidio en adolescentes. Intervención desde la psicoeducación.
Según la OMS el suicidio es una de las problemáticas sociales que requieren de mayor atención, medidas y actuaciones urgentes por parte de los sistemas sanitarios. Este fenómeno se puede dar en diferentes fases temporales de la vida siendo aquella que se manifiesta en la infancia y la adolescencia una de las más graves y a la que se le debería de dar una urgente solución. Todo ello hace necesario el desarrollo y diseño de programas, talleres que aborden clínicamente y con un enfoque transversal y multisectorial la complejidad y la prevención del problema, desde los factores de protección (familiares, socioculturales, cognitivos), los factores de riesgo (Marginalidad, escasez de recursos, antecedentes familiares, trastornos psiquiátricos). Este tipo de programas deberían de tener una base de prevención primaria y comunitaria de la conducta y la ideación suicida, teniendo el desarrollo del mismo un carácter pedagógico y de psicoeducación en donde poder desmitificar mitos y sesgos como criterios socialmente aceptados y arraigados en la población que no reflejan la realidad de la problemática. Este tipo de intervenciones fomentarían con su diseño y estructura el aprendizaje, la promoción de valores, actitudes, así como nuestra actitud ante la vida, las dificultades y su afrontamiento.
Ordinària | Estudiants universitaris (UNED i resta d’Universitats) | Col.legiats/Col.legiades | |
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Preu | 60 € | 40 € | 40 € |