Internet y las diferentes redes sociales pueden ser una herramienta buena para informar, pero mala para desinformar. Hay que tener buen ojo y criterio para saber discernir cuál es la información rigurosa y cuál no lo es.
Lo mismo ocurre con la publicidad, muchos publirreportajes se editan imitando el formato de un artículo científico; intentando dar rigurosidad científica a datos que a veces no lo tienen.
Es algo complicado, porque necesitamos pensamiento crítico para plantearnos las cosas, dudar y no creernos todo lo que nos llega y, por otro lado, conocimientos y recursos para averiguar lo que es o no cierto. Es fundamental contar con fuentes rigurosas y buenas referencias
UNED Aula Villablino
Ordinaria | |
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Prezo | 3 € |