En un escenario de incertidumbre social, ecológica y económica, marcado por el eventual desenlace de la pandemia provocada por la COVID-19 y el inicio de la guerra en Ucrania, el análisis de la situación actual desde una perspectiva sosegada, heterodoxa y feminista se antoja cada vez más complejo. A los problemas estructurales del sistema económico actual que evidenció la pandemia (crisis ecológica, crecientes desigualdades, deterioro de los servicios públicos, crisis de cuidados…) se le añade un contexto de incertidumbre que puede contribuir a agravar las tensiones existentes y es por ello por lo que encontrar espacios para la reflexión y el debate conjunto es cada vez más pertinente y necesario.
La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio profundo en el modelo productivo que hasta ahora conocíamos. La importancia del cuidado de las personas, del bien común y del apoyo mutuo se ha hecho más evidente que nunca. De hecho, la herramienta de política económica contracíclica más importante con la que ha contado el Estado en este contexto ha sido el trabajo de cuidados. Durante las crisis económicas la presencia de estos trabajos se incrementa, evidenciando su carácter esencial para la continuidad del sistema, aunque paradójicamente muchos de ellos son trabajos menospreciados e invisibilizados. El sistema económico hace uso de los trabajos de cuidados no remunerados para la continua reproducción del propio sistema, creando así una lógica que genera violencias que se asumen como necesarias para la supervivencia del sistema
La Economía feminista es un modelo que permite una aproximación diferente a la organización social de la producción y al análisis de las lógicas del modelo económico capitalista, ya que sitúa el foco en los indicadores necesarios para la vida, que van más allá de la información que ofrece el PIB. Además, la Economía feminista no es únicamente un conjunto de teorías económicas heterodoxas o críticas que incorpora sus propios conceptos y herramientas analíticas, sino también praxis y acción: busca organizar los trabajos y los procesos de satisfacción de necesidades de forma que la sostenibilidad de la vida sea privilegiada frente a la acumulación de capital y a la generación de beneficio económico a toda costa.
Otra economía es posible y, además, necesaria: una economía que ponga en el centro el planeta, las personas y los cuidados con objeto de alcanzar una vida digna de ser vivida. Es por ello que, en esta edición del curso de verano junto a Economistas sin Fronteras, abordaremos el análisis de la situación económica mundial desde la óptica de la Economía feminista, generando diagnósticos y valorando posibilidades alejadas de las propuestas que repetidamente ofrece la Economía convencional.
La actividad, que se incluye dentro de los Cursos de Verano de las Universidades Navarras 2022, podrá seguirse de forma ONLINE (en directo y en diferido).
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Aquesta activitat impacta en els següents Objectius de Desenvolupament Sostenible: