El Programa de Salud Pública en Sanidad Exterior
“La primera riqueza es la salud”. Ralph Waldo Emerson.
Existen algunas enfermedades transmisibles que surgen en determinados momentos de la historia, ciertas etapas de la vida y concretos lugares de la geografía en las que la prevención es, a veces, la única opción de intervención posible o disponible en todo el planeta.
La de covid-19 no es la pandemia más letal de la historia de la humanidad, pero sí la peor crisis sanitaria que hemos vivido y sufrido en la época actual. Es una clase de peste negra de la posmodernidad en forma de enemigo temible que, pese a la funcionalidad de los sistemas de vigilancia e información sanitaria, no vimos venir; que, pese al acervo de conocimiento acumulado sobre historia natural de la enfermedad, nos genera dudas sobre sus formas etiopatogénicas y que, pese al indiscutible grado de desarrollo alcanzado en las ciencias biomédicas, a día de hoy no sabemos cómo vencer.
El artículo 149.1.16 de la Constitución española confiere al Estado la competencia exclusiva en materia de sanidad exterior. La relevancia de esta materia radica en la necesidad de controlar sanitariamente, tanto el tráfico de viajeros como el de mercancías, así como de mantener los contactos necesarios con las autoridades sanitarias de otros países.
Los parámetros de incidencia y prevalencia en espacio y tiempo de esta epidemia hacen del Programa de Salud Pública y Sanidad Exterior un instrumento de política sanitaria que permite el ejercicio de las funciones de autoridad en el ámbito de la salud comunitaria. Este programa agrupa las actuaciones del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social en materia de información epidemiológica, promoción de la salud y prevención de las enfermedades, sanidad exterior y control sanitario del medio ambiente.
Esta iniciativa recoge además los objetivos de programa de Salud para todos en el siglo XXI de la Organización Mundial de la Salud y se asienta en las coordenadas que hacen posible y necesaria una política de Estado en salud pública que evite distorsiones y genere sinergias en nuestro escenario de Comunidades Autónomas y modelo de Estado complejo. Tales coordenadas son intersectorialidad, interterritorialidad y convergencia real con los demás países de la Unión Europea.
Los grandes problemas de salud se afrontan con una estrategia que persiga actuar sobre el hábito de los ciudadanos y el hábitat del territorio en el que se desarrollan y desenvuelven, pues una acción eficaz sobre ambos factores condicionantes del estado de salud de la población reducirá significativamente la morbimortalidad asociada. Por consiguiente, en su intervención juega un papel esencial la educación sanitaria, ya sea transmitida a través de campañas de información a la población o insertada en el sistema educativo mediante su incorporación a los currículos de docentes y discentes. Y así se convierte la educación para la salud en un elemento emblemático del programa orientado a la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
UNED - CA de Las Palmas de Gran Canaria
Arrunta | |
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UNED | 25 € |
Precio global | 30 € |
Ninguna.