En 2014, Dáesh proclamó su califato y comenzó su marcha negra, la expansión de su Estado Islámico. Dáesh eligió como muestra de su autoridad el color negro, la ausencia de color, el color que absorbe a todos los colores. El negro es el color de la muerte, y la muerte es la cultura de Dáesh. El negro se extendió para recrudecer una realidad ya ensombrecida. Con el avance de la bandera negra se sucedieron asesinatos, torturas, violaciones y secuestros. Algunos de los sobrevivientes han querido prestar su voz para contar la realidad de miles, para que sus historias traspasen las alambradas de los campos de refugiados que los acogen, las fronteras de sus países, todavía por reconstruir. Víctimas de la yihad negra de Dáesh recoge las experiencias atroces de dieciséis jóvenes que se han atrevido a dar su testimonio. Recoge también su ansia de libertad, su fuerza, su entrega a la comunidad, su esperanza.
UNED Fraga