La irrupción y generalización de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han conllevado grandes transformaciones en muchos ámbitos de la vida (laboral, económico, social…).
Las instituciones que trabajan con información, y las bibliotecas en concreto, no se han mantenido ajenas a estos cambios y han tenido que adaptar sus funciones y servicios a las nuevas necesidades de la sociedad actual.
Hoy en día existe más información que nunca pero también grandes dificultades para acceder a ella, para distinguir aquello que se adecúa a nuestras necesidades de lo que es superfluo.
Las bibliotecas han de evidenciar su utilidad y la necesidad de su existencia gestionando los datos y la información de forma adecuada para que repercuta en el aumento del conocimiento y de la sabiduría humanas.