Si en la vida cotidiana las relaciones interpersonales son la base de la sociedad, en la vida penitenciaria cobran más sentido y fuerza por ser un medio donde se reinterpreta todo, con influencia directa en la vida de los internos como grupo, con límites claros marcados expresamente como señal de condena y donde la comunicación se torna elemento prioritario.
La comunicación efectiva nos da herramientas para conocer, valorar y usar el lenguaje, el contacto visual, la empatía, el lenguaje corporal, el habla, el lenguaje escrito y aplicarlo al propio comportamiento de forma eficaz para alcanzar resultados que mejoren esas relaciones internas en el centro.
Una mala comunicación da lugar a sobreentendidos, a dar por supuestas ideas que no se adecuan a lo que quiere expresar el interlocutor, o, a malentendidos que perjudican la propia esencia de cualquier relación. Saber dialogar y escuchar es clave en la prevención de conflictos. No siempre encontramos las palabras precisas para transmitir lo que sentimos y a veces no vemos las barreras que el otro interlocutor pone. Los fallos en el proceso nos limitan nuestra capacidad para entendernos, llegar a acuerdos o fortalecer vínculos y relaciones.
En cualquier conversación, las palabras pueden ser las mismas pero el contenido puede ser distinto. Influye el qué decimos y el cómo lo hacemos para conseguir un mapa de nuestra comunicación con los demás.
Necesitamos en cualquier medio, y en el penitenciario aún más, entender y practicar la escucha activa, oyendo no sólo lo que nos interesa impidiendo con ello el entendimiento; trabajar la empatía para comprender la posición del otro; la comprensión del lenguaje no verbal como parte del mensaje; la asertividad como capacidad de expresar nuestros deseos y necesidades de forma franca, directa y adecuada; habilidades para resolver diferencias, con apertura hacia lo diferente; y respeto para aceptar posturas contrarias fortaleciendo con ello el diálogo y el interactuar con todos los que nos rodean.
En la primera charla hablaremos, siempre de forma lúdica, de la influencia mutua del lenguaje en la cultura y de la cultura en el lenguaje, con juegos participativos en los que veremos nuestras limitaciones y la necesidad de trabajar nuestra forma de expresarnos para conseguir mejorar y fortalecer las relaciones con los demás e incluso con el entorno.
En la segunda charla trataremos, desde la psicología, la comunicación asertiva como medio para una comunicación efectiva.
Trabajaremos el concepto de asertividad y la pondremos en contraposición con la comunicación agresiva y la pasiva, a través de una metodología participativa y lúdica.
El objetivo será que comprendan que comunicarse de forma asertiva, mejorará sus habilidades sociales, les ayudará a tratar con respeto a los demás y ser tratados con dignidad, tener una sana autoestima, desarrollarse como personas y tener una vida social lo más rica posible.
En la tercera charla, haremos un divertido taller literario en el que primero se les hablará sobre la importancia de la imaginación y la absoluta y total libertad que implica su desarrollo en nuestras vidas para poder recrear lo que hemos vivido, imaginado o soñado. Por eso, este taller de escritura creativa puede es un instrumento para abrir el abanico de experiencias lingüísticas a través de la comunicación. El taller consta de dos ejercicios. El primero es La historia en el cuadro que tiene como objetivo estimular la imaginación. El segundo es El cuento de las palabras al azar cuya finalidad es reflexionar sobre la carga emotiva de las palabras.
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