La naturaleza gallega es un mosaico de paisajes de costa y montaña, densas fragas y llanuras extensas, rías donde confluyen los ríos y el mar, queirugales, maleza y lagunas. Esta variedad de hábitats acoge una importante diversidad de especies animales y vegetales, algunas de las cuales presentan, en nuestro territorio, poblaciones de extraordinaria importancia a nivel internacional, por su escasez o por el reducido tamaño de su territorio, como pueden ser la salamandra rabilarga o el escarabajo.
No obstante, la actividad humana junto con su esparcimiento, la explotación de los recursos, la contaminación, etc., llegaron a poner en peligro esta biodiversidad. La aplicación de figuras de protección ambiental, que limitan la actividad humana en determinados territorios, nos permite salvaguardar en la actualidad los valores naturales que contienen, y que son representativos del paisaje, flora y fauna de Galicia.
El 12 % del territorio gallego se encuentra protegido por figuras de protección más o menos restrictivas, como los parques naturales, espacios naturales, lugares de interés comunitario o zonas de especial interés para las aves, garantizando la preservación de nuestra biodiversidad.