Ciclo 2020: Este jueves Orisos presenta a...
Valdepeñas guarda muchos rincones que merece la pena visitarse. Uno de ellos, por su importancia y valor artístico, es la Iglesia del Convento
de los Padres Trinitarios, que encierra en su interior una pequeña joya, un gran tesoro. La capilla alberga uno de los más singulares, destacados y
espectaculares ejemplos de pintura mural barroca y una de las pocas que existen en Ciudad Real y en Castilla la Mancha.
En un excelente estado de conservación y recientemente restauradas, destacan por su calidad artística y su repertorio iconológico e iconográfico,
plagado de mensajes, símbolos y singularidades, y algunas sorpresas que la hacen única.
La luz, el color, la armonía, convierten el espacio en un universo de divinidad, devoción y recogimiento, pero también de ostentación, reflejo del poder civil. Ingredientes estos de una sociedad, una cultura con una forma de entender el arte y la religiosidad muy conectados; y de un momento
histórico que dará lugar a un lenguaje y nuevas formas visuales: el Barroco.
El presente trabajo pretende desentrañar estos mensajes e interpretar este lenguaje simbólico que se esconde tras las imágenes, pretende descubrir la conjunción entre palabra y arte de sus paredes, pretende recopilar y ampliar las aportaciones de diferentes autores sobre su significado y, por
último, pretende acercar al público en general, creyentes o no, a un espacio que, sin duda, les asombrará.
Capilla de Jesús Rescatado del Convento de los PP Trinitarios. Valdepeñas.