En 1950 las autoridades norteamericanas encargaron una serie de reportajes fotográficos de la Europa que se había beneficiado del Plan Marshall. En esta misión también quisieron ilustrar como contrapunto, las condiciones de atraso que vivía España, un país aislado, excluido de este plan y sobre el que pesaba el boicot diplomático aprobado por la ONU.
Se discutía entonces la conveniencia de conceder a España un programa de ayuda alimenticia, una vez iniciados los contactos para un acuerdo militar. La población sufría la escasez y el racionamiento de los alimentos, mientras seguía sometida a una dictadura.
El reportaje que se muestra en esta exposición formaba parte de los estudios preliminares sobre la situación española, que la administración norteamericana encargó para determinar las líneas de actuación de la ayuda económica prevista.