La participación ciudadana es un conjunto de acciones e iniciativas que impulsan el desarrollo local y la democracia participativa a través de la implicación activa de la comunidad, de manera independiente, sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político.
Las entidades locales que desarrollan esta política participativa deben disponer de un modelo adaptado al tipo de ciudad, así como herramientas, formas de medición y mecanismos de coordinación que permitan la gestión eficaz del proceso participativo.