Una pizarra, testigo de una educación marcada en un colegio de huérfanos, pizarra que se convertirá en el baluarte de toda una vida sellada por el magisterio: Unos versos que reflejan el alma del poeta, versos que esconden el amor de la juventud, el miedo, la impotencia, el sufrimiento. Una cadena que rompe una vocación pero no interrumpe el latir de la poesía. Eslabones que al final se deshacen para volver a unir al poeta con la libertad y la docencia. Ese es el objetivo del libro, la pluma de Enrique Piñana ha vencido a toda adversidad.