El amplio abanico de emociones y sentimientos presentes en el ser humano supone
un complejo entramado de procesos que, en ocasiones, resulta difícil de comprender,
gestionar y tolerar. Algunas de estas emociones obedecen a un proceso de
adaptación de carácter innato. Sin embargo, existen otras que han sido transformadas
y configuradas por un orden social y cultural relativo y son, por tanto, susceptibles de
ser moldeadas y controladas. Es en este contexto donde se enmarca la educación
emocional, fruto del conocimiento adquirido desde la tradición científica, filosófica y
literaria.
Durante las clases, que serán la mayor parte prácticas, se llevará a cabo el visionado
de vídeos, escucha musical, dinámicas de grupos, role-playing, entrenamientos en
control de la atención y la activación; ejercicios de reflexión, diálogo e introspección,
interpretación de emociones propias y ajenas y composición de obras artísticas.