Blasco Ibáñez definía la pintura de su contemporáneo Joaquín Sorolla, diciendo: “Aquello no es pintar, es robar a la naturaleza la luz y los colores”. Aquella frase tan rotunda podría valer para resumir la exposición con la que Manolo Sebastián abre este nuevo curso 2024-2025.
Nacido y criado en Sagunto, actualmente reside en Altura, localidad del Alto Palancia, en la Sierra Calderona. Al igual que el genio valenciano, Manolo Sebastián Navarrete, basa su pintura en la percepción e interpretación del paisaje que le rodea, y lo hace de forma apasionada y sentida. Llama la atención lo cuidado de sus composiciones, a veces sorprendentes, en las que el artista es capaz de compensar todas las fuerzas que en el lienzo eclosionan, formando un conjunto compacto y muy equilibrado.
En la exposición, que vamos a disfrutar en Caspe, podemos ver dos facetas del mismo pintor, dos formas de hacer que nacen de lo emotivo y sensorial. Ambas se complementan y son necesarias.
La primera será el pintor más analítico y en cierto modo figurativo. Es el artista que le gusta la pintura al natural, enfrentándose directamente al motivo. En este caso y en palabras del artista “el paisaje está tan presente que se impone” obteniendo un resultado más naturalista o figurativo. El segundo es el pintor de estudio, más reflexivo, el que aplica sus conocimientos sobre los recuerdos de lo vivido. En este caso los cuadros pueden ser más emotivos y personales acercándose más a la abstracción.
De la manera o estilo que sea, cuando terminemos de ver esta exposición y salgamos a pasear, apreciaremos el paisaje que nos rodea de otro modo. Los pinos y almendros tendrán más movimiento, las rocas y el cielo más color y los atardeceres… serán más atardeceres.
Eduardo Lozano Chavarría.
Director de las Salas de Exposiciones de la UNED de Calatayud
UNED Caspe
Esta actividad impacta en los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible: