De Bruegel se ha dicho que fue el último de los primitivos y el primero de los modernos. Su vida y su obra se van a desarrollar a lo largo de un periodo histórico complicado y violento: guerras de religión asolan Europa Occidental; en Flandes comienza una guerra que enfrenta a la poderosa Casa de Austria con los anhelos de independencia de una buena parte de su población. Será esa población, y sus diferentes maneras de vivir, el objeto principal de la obra pictórica de Bruegel. Muchos lo han considerado el pintor de los campesinos, de la cotidianeidad. Un costumbrista, un ilustrador de costumbres populares. Pero, al mismo tiempo, Bruegel es el gran paisajista capaz de captar el aire y los tonos de cada estación del año, los horizontes infinitos en los que pululan personajes incontables y diminutos. La naturaleza domina su obra. Una naturaleza pacífica en la que los seres humanos habitan, casi siempre, como personajes secundarios y prescindibles.
Matrícula Ordinaria | |
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Precio | 25 € |
Ninguna
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