A lo largo de la historia de España hay tres momentos, según José Manuel Sánchez-Ron, en los que el país resalta por sus avances científicos: el primero, el referente al reinado de Alfonso X el Sabio (con especial florecimiento de la astronomía y la medicina); el segundo, durante el de Felipe II (progresos astronómicos, matemáticos y físicos en los que se destacó especialmente por el estudio de la naturaleza americana); y el tercero, el referido a la etapa que lideró Santiago Ramón y Cajal. Podemos considerar que la obra de este último es, sin duda alguna, la mayor y más trascendente aportación individual de un español a la ciencia, tal como lo demuestra su inclusión por la UNESCO dentro de su Programa Memoria del Mundo junto a científicos de la talla de Copérnico, Linneo, Newton, Darwin, Pasteur o Tesla.
Frecuentemente citado como el padre de la neurociencia moderna, muchos de los descubrimientos de Cajal siguen vigentes más de un siglo después. Su aportación fundamental fue la formulación de la teoría neuronal tras descubrir que el tejido nervioso está compuesto por células individuales -neuronas- y no por conexiones continuas como se creía hasta ese momento. Su polimatía (su excelencia en campos como la fotografía, fonografía, pintura o dibujo, por ejemplo) y su preocupación por su país lo convierten además en alguien irrepetible.
Sin duda, tuvo otro gran mérito añadido, no muy frecuente en la España de su tiempo: la creación y liderazgo de una extraordinaria Escuela que aportó grandes avances a la ciencia, de magnitud similar a los alcanzados por su maestro. Pedro Ramón y Cajal, Jorge Francisco Tello, Rafael Lorente de Nó, Nicolás Achúcarro, Pío del Río-Hortega o Fernando de Castro, entre otros, disfrutaron de un gran prestigio mundial, como lo demuestra que algunos de ellos estuvieron cerca también de la concesión del Premio Nobel, al que fueron nominados.
El objetivo de este libro no es otro que contribuir a que nuestro país haga las tareas que tiene pendientes con Cajal, como otros países han realizado en lo concerniente a la divulgación del legado de sus grandes científicos -Newton y Darwin en el Reino Unido o los Curie en Francia-, reivindicando, a modo de ejemplo, la creación de un gran espacio museístico dedicado al funcionamiento del cerebro (que lleve su nombre y sirva para valorar, proteger y exponer su legado) o la publicación definitiva de sus obras completas. Pretendemos incentivar e ilusionar a nuestros jóvenes en general -y nuestros sanitarios en particular- hacia una investigación científica de excelencia como la magistralmente iniciada por Cajal y que nuestro país necesita continuar, tal como él mismo demandó e incentivó en muchas ocasiones.
Luis Jesús Fernández Rodríguez (Coordinador del libro)
La presentación podrá seguirse tanto PRESENCIALMENTE como a través de INTERNET (en directo o en diferido).
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