La recepción de migrantes es un fenómeno que podemos llamar nuevo para la sociedad española, comenzando a conocerse a partir de 1990; no así el proceso inverso, el hecho migratorio de población española siempre ha estado presente aportando mano de obra a los países del norte de Europa como Francia, Inglaterra, Bélgica y Alemania, entre otros, sin olvidar los movimientos de población a partir de 1939.
En la actualidad la sociedad española asiste al hecho migratorio en el papel de sociedad receptora. Acoge migración económica y, consecuencia de los diferentes conflictos bélicos, migración bajo la protección internacional, lo que más coloquialmente se conoce como asilo. Esta dicotomía en la Norma y, en consecuencia, la diferenciación en el abordaje de ambos hechos migratorios podría estar generando subcategorías dentro de lo que entendemos como migración humana, el reflejo de conductas adaptativas de las personas dirigidas a la satisfacción de necesidades de supervivencia, desarrollo personal, seguridad, etc.,
Esta actividad impacta en los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible: