del 5 al 29 de noviembre de 2019
Un proyecto de Steve Gibson
Steve Gibson lleva trabajando sobre las personas mucho tiempo. En el año 2011 comenzó un ambicioso proyecto que denominó Las Armas 300. En dicho proyecto el artista se propuso retratar a tamaño real y durante 10 años a los vecinos y visitantes del barrio de San Pablo de Zaragoza. Su método de trabajo es sencillo, Steve coloca un disparador automático conectado a una cámara que sale de su estudio y quien lo desee, se puede hacer una fotografía sólo apretando un botón. El azar será quien elija las fotos a retratar pues la elección se realiza de forma aleatoria, luego el artista hará el resto. Así 30 dibujos al año durante 10 años, total 300.
Lo que a priori comenzó como un planteamiento artístico el tiempo lo va consolidando además como un retrato sociológico, que nos habla del paso del tiempo, los períodos estacionales y la misma condición humana. Los personajes de Steve podemos ser nosotros, todos formamos parte del “aquí” y del “ahora” y todos somos distintos y únicos.
Pero ¿cómo queremos mostrarnos ante los demás?, ¿qué imagen queremos dar al exterior? Sin duda ahí está la gracia del proyecto y se resume en una sola palabra, Diversidad. Hay personajes tímidos que se refugian en una pose, miradas sinceras, sonrisas nerviosas, embarazadas esperanzadas que abrazan a su futuro hijo, gente seria, alta, ociosa, heladas de frío o muertas de calor… y no sólo nuestros rostros o poses hablan de quienes somos, Steve se recrea tanto o más en lo que nos envuelve, nuestras corazas. La ropa que vestimos, si portamos carpetas o bolsos, paseamos al perro o hablamos por el móvil, también si empujamos un patinete o un carrito de bebé…
El planteamiento con el que Steve trabaja sus dibujos a grafito es sencillo, composiciones de figuras en claroscuro centradas sobre fondo blanco, de esta manera el artista concentra todos sus recursos de buen dibujante en el protagonista. Es de destacar el deleite con el que trabaja la ropa y los complementos, haciéndonos sentir infinidad de texturas diferentes: vaqueros, gorros de lana, estampados sobre algodón… nada se le resiste.
Pero como artista multidisciplinar que es, vamos a poder disfrutar también en esta exposición de unas asombrosas esculturas de figuras humanas realizadas íntegramente con cartón. Tanto la textura como el cromatismo que aquí sí que aparece, confieren a estas obras una atmósfera más inquietante, nuestra mente no asocia la textura áspera del cartón con la de la epidermis humana, por lo que la sensación que crea sobre el espectador es de sorpresa y admiración.
Eduardo Lozano
Director de las Salas de Exposiciones de la UNED de Calatayud
UNED Caspe
