En el marco de las revueltas árabes iniciadas en el otoño de 2010, Siria se ve afectada por dicho proceso a partir de marzo de 2011, y el país se sume entonces en un acelerado proceso de deterioro de su seguridad. Hasta ese momento, la situación de dicho país árabe venía definida por estar gobernado por un régimen totalitario, por ser un firme aliado de Irán, por su apoyo a actores no estatales como Hezbollah o Hamas y por vivir, desde décadas atrás -y como le sucede a Líbano-, formalmente en estado de guerra con Israel, aun cuando estos países llevan también largos años sin enfrentarse en el campo de batalla. Siria era y sigue siendo el aliado más firme de la Federación de Rusia en la región, ya lo era antes de la Unión Soviética.
Es por todo ello que el estallido de las revueltas en su suelo, a renglón seguido de las que en poco tiempo habían afectado gravemente a otros países árabes (Túnez, Egipto, Libia, Yemen o Bahrein), tiene en el caso sirio unas consecuencias trágicas que se arrastran hasta la actualidad. Las revueltas son duramente reprimidas, y en poco tiempo, y como ocurriera en Libia, se desemboca en una guerra civil, y Siria se convierte en un escenario de tensiones y conflictos en el que participan cada vez más actores, tanto estatales como no estatales. Entre estos últimos, destacan potentes grupos yihadistas salafistas: desde la franquicia siria de Al Qaida (Frente Al Nusra) hasta el Estado Islámico de Irak y Levante (Sham), conocido por sus siglas EIIL, por las mismas en árabe, DAESH, o por Estado Islámico (EI).
Cuando, en 2012, la guerra empieza a afectar de lleno a importantes ciudades de Siria, al creciente número de víctimas se va a añadir otro efecto devastador de esta guerra: los movimientos forzados de población, tanto de desplazados dentro de las fronteras nacionales sirias como de refugiados que empiezan a asentarse en países vecinos (Turquía o Jordania, fundamentalmente) y que también, en poco tiempo, se diseminan por escenarios más lejanos, con un alto impacto en algunos Estados Miembros de la Unión Europea (UE), especialmente visible en 2015.
El análisis de los antecedentes, del estallido de la crisis, de su transformación en una guerra cada vez más internacionalizada, de los múltiples intentos para reconducir la situación implicando a Estados (EEUU, Rusia, Turquía, Irán, Irak, Arabia Saudí, etc) y a organizaciones internacionales (ONU, Liga Árabe, UE, etc) y de los efectos colaterales de mayor alcance (flujos migratorios irregulares masivos y redimensionamiento de la amenaza del terrorismo yihadista), serán los temas acometidos en los diez horas de que consta este curso de Extensión Universitaria.
El curso podrá seguirse tanto presencialmente como online (en directo o en diferido).
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Matrícula Ordinaria | Estudiantes con discapacidad | Alumnos UNED | Personas en situación de desempleo | |
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Precio | 50 € | 40 € | 40 € | 40 € |