Lo primero que ven en nosotros los demás, es nuestra apariencia externa. Es la primera impresión (entrevistas de trabajo, fiestas y reuniones sociales y laborales…) y a veces (si no establecemos otro tipo de comunicación) la única imagen con la que van a recordarnos.
Nuestra vestimenta actúa como envoltorio, enriqueciendo nuestra imagen personal complementando nuestra formación, nuestras aptitudes y actitudes. Transmitiendo en la mayoría de los casos nuestra educación, cultura, carácter, gustos, disciplina, la organización de nuestro tiempo y nuestras preferencias.
Pero sobre todo, nuestra vestimenta siempre será una demostración del respeto que sentimos por los demás y de nuestros propios conocimientos.
Centro UNED de Ourense